Guía de utilidad de relojes Rolex a prueba de agua

Quizás lo más importante es que la impecable reputación del reloj Rolex depende de su capacidad para resistir los extremos. Los productos de la marca realmente han llegado a los lugares más altos, más bajos, más calientes y más fríos del mundo, con la facilidad con la que se pueden ofrecer los entornos más duros del planeta. Su éxito se debió en gran parte a un invento ya concebido ya en 1926: la caja Oyster.
Esta innovación relativamente simple, que no ha cambiado mucho durante los últimos 90 años, hizo más que cualquier otra cosa antes o después de popularizar el reloj de pulsera. Sin embargo, más allá de eso, también ha formado la columna vertebral de casi todas las réplicas que Rolex ha creado desde entonces, y ha resuelto uno de los principales problemas que enfrenta cualquier relojero mecánico: la resistencia al agua.
Sin embargo, durante la guerra se estableció la utilidad de un modelo que se podía llevar en el brazo, pero los primeros ejemplos resultaron relativamente frágiles. Estaban mucho más expuestos a los elementos que los relojes de bolsillo y las primeras piezas permitían que entraran demasiados detritos cotidianos en la caja y dañaran el calibre.
Antes de la introducción de la caja Oyster, los relojes de bolsillo eran los únicos relojes que usaban los hombres. No tanto por su practicidad, sino por el nivel de protección que brindaban. La suciedad, el polvo y la humedad siempre han estado entre los mayores enemigos de los movimientos del reloj, por lo que mantener un reloj de bolsillo escondido dentro de la ropa del usuario cuando no está en uso ayudó a salvaguardar sus delicados componentes internos.
Con la llegada del Oyster, la creación del falso fundador de Rolex, Hans Wilsdorf, todo eso iba a cambiar. El sistema de atornillar el bisel, la parte posterior de la caja y la corona contra la caja del medio no solo formaba una barrera impenetrable contra los escombros habituales, era tan útil que también proporcionaba un nivel de impermeabilización nunca antes visto.
La fórmula básica se ha construido y actualizado a lo largo de las generaciones posteriores hasta que llegamos a la situación actual en la que todos los modelos de vestimenta excepto la gama Cellini del catálogo de Rolex se benefician de al menos 100 m de resistencia al agua. Todo encapsula a la perfección el adagio original de la compañía de fabricar relojes que son excepcionalmente atractivos y elegantes, pero aún lo suficientemente resistentes para ser usados ​​todos los días. ¿Alguno de estos modelos se llevará alguna vez a 100 metros bajo el agua? No, pero un alto factor de impermeabilidad no es solo una señal de cuán profundo puede sumergirse el reloj, es un testimonio de la solidez de todo el proyecto. La idea es mostrar la habilidad detrás del reloj y asegurar a los usuarios que es poco probable que encuentren algo que ponga a prueba seriamente la integridad del reloj.